¿Piensas un montón de veces las cosas antes de empezar a hacerlas? ¿No te sientes bien si no quedan perfectas? ¿Postergas tus entregas o tus proyectos porque sientes que aún no son suficiente? Despídete del perfeccionismo que solo te está haciendo postergar y estancar tus proyectos soñados y trabaja para alcanzar la excelencia.
En nuestra última sesión con Mar Talanquer y las 147 Victorias del Emprendimiento, Mar nos compartió una reflexión contundente sobre ser perfeccionistas. Durante muchos años aprendimos a buscar la perfección y describirnos a nosotras mismas como perfeccionistas. Realmente era un mérito lograr serlo; incluso, solía ser una cosa para mencionar en las entrevistas de trabajo.
A partir de la sesión con Mar, nos damos cuenta que buscar insaciablemente el “ser perfeccionistas” nos lleva a un estado de estrés y control constante que no nos permite avanzar; mientras que buscar la excelencia hace que te enfoques en tu meta y te impulsa para llevarlo a la práctica. Es por eso que hoy te dejamos 4 tips para transformar tu perfeccionismo en búsqueda por la excelencia:
1. Escúchate y cuestiona:
Constantemente estamos escuchando lo que otros dicen de nosotras. Tenemos mucho ruido del exterior, mucha carga cultural y social; pero sobre todo muchas expectativas que creemos que necesitamos cumplir. Tenemos que frenar ese pensamiento que nos visita constantemente y transformarlo por las expectativas que nosotras mismas queremos cumplir y no las que «necesitamos cumplir». Cuando encuentres esas expectativas que quieres cumplir, podrás determinar metas y acciones claras que te permitan alcanzar esas expectativas. Esto me da paso al siguiente punto…
2. Establece metas alcanzables:
Cuántas veces te has abrumado con pensar en todo lo que tienes que alcanzar al final de la semana o los miles de pendientes que tienes que lograr antes de que acabe el día para sobresalir y «sentirte satisfecha». Lo único que logras es abrumarte tanto que decides postergarlo o de plano abandonarlo. Será mejor que establezcas metas realistas, a partir del tiempo que puedes y quieres invertir, y que te ayuden a avanzar paso a pasito para alcanzar tu meta más grande.
3. Date la oportunidad de equivocarte:
A veces somos nuestras más grandes juezas. Nos castigamos demasiado por un error que puede solucionarse rápidamente. Esto provoca que generemos un miedo a equivocarnos, disfrazado en procrastinación, que nos paraliza hasta llevarnos a postergar cualquier actividad. Atrévete a hacer las cosas aunque no estés 100% segura de cómo saldrá todo. Piensa que si algo sale mal, tienes toda la capacidad de resolverlo. Verás que con esto te quitarás un peso muy grande de encima.
4. Deja de distraerte a propósito:
Eres muy perfeccionista pero también eres excelente procrastinadora. Querer cuidar todos los detalles es agotador y hace exhaustivo tu trabajo. Esto te llevará a querer abandonarlo por horas enteras o incluso días. Te pones muchas excusas, todas las que quieras, pero sigues sin avanzar. Intenta hacer pequeñas actividades con “quick wins” que te permitan mantenerte motivada y que no prefieras ir a revisar tus redes sociales en lugar de seguir trabajando.
En fin, buscar la perfección es una misión imposible. Siempre habrán situaciones que estén fuera de tus posibilidades que lo único que hacen es demostrarte que tener todo cronometrado y controlado te va a desgastar en vano. Será mejor que enfoques tu energía en actividades claras, con objetivos tangibles y alcanzables que te lleven a la excelencia; enfócate en llevarte a la acción y no a la preocupación que te da la perfección. Verás que todo comenzará a fluir de una manera distinta.
Gracias BBVA Seguros por ayudarnos a impulsar estos espacios de reflexión y tranquilidad con personalidades increíbles que nos permiten cuestionarnos y trabajar en nuestra mejor versión como mujeres y emprendedoras.
